MANDALAS: EL MICROCOSMOS MÁGICO

Mandala es un término de origen sánscrito que significa círculo. Un esquema circular que representa la cosmogonía y que une a su poderoso simbolismo facetas místico-mágicas.
Cuando utilizamos un mandala tenemos un microcosmos el cual es el momentaneamente el centro del mundo. La meditación bien encauzada unida a una poderosa visualización de conceptos preparados debidamente es un poderoso argumento mágico muy utilizado en hinduismo, lamaismo y budismo.

Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del universo y soporte de concentración), es generalmente representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular. En la práctica, los iantra hindúes son lineales, mientras que los mándalas budistas son bastante figurativos. A partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mándala.



Una técnica de relajación que supone el paso previo al acto mágico es la de pintar mándalas. Y si además lo hemos confeccionado nosotros mismos, mucho mejor. Los colores que apliquemos deben ir en sintonía con lo que se persigue.


O bien representar este pequeño microcosmos antes mencionado con la totalidad de los elementos y su correspondiente color. A este respecto puede serte muy útil esta relación:

Los primarios: principales en el círculo, no se obtienen de ninguna mezcla o color y son el rojo puro, amarillo puro y azul puro.

Los secundarios: Son los que se obtienen de la mezcla de iguales cantidades de colores primarios. Anaranjado (rojo + amarillo), verde (amarillo + azul) y violeta (azul +rojo). A partir de ellos se obtiene el círculo cromático.


Colores contrastantes: Están ubicados opuestos uno del otro en el círculo cromático. Rojo y verde, azul y anaranjado, etc.


Los colores armónicos: Están ubicados uno junto al otro en el círculo cromático. Su base de color es común. Por ejemplo, amarillo anaranjado, anaranjado y rojo.
Colores cálidos: Son el rojo, anaranjado amarillo y todas las tonalidades dadas entre ellos. Están asociados con el fuego y el sol.

En matices claros sugieren delicadeza feminidad, amabilidad y hospitalidad, en matices oscuros donde está el rojo significan vitalidad, poder, riqueza y estabilidad.



Colores fríos: Asociados con el agua y van desde los verdes a los azules. Están ubicados en la otra mitad del círculo cromático. En matices claros expresan delicadeza, frescura, expansión, descanso y paz.

En matices oscuros donde el azul predomina, expresan melancolía, reserva, miedo, depresión y pesadez.


Colores pastel: Comprende todo el círculo cromático al cual se le agrega una parte importante de blanco para disminuir su intensidad.


Colores apagados: Son todos los del círculo cromático bañados con negro o gris. Su apariencia incluso puede ser de suciedad.

Colores neutros:Van desde el blanco, incluyendo el crema, el beige, el tostado hasta el marrón. También se incluye la escala más pálida de los grises.

Aparte te sugiero este post sensacional de Feng-shui Martha: LOS CINCO ELEMENTOS Y SUS CORRESPONDENCIAS

En el encontrarás información muy válida a la hora de asociar formas y colores en tu mandala.

¿COMO SE USA?

La clave está en su centro y la visualización que hagamos de nuestro objetivo. Esta última ha de ser poderosa y firme.

• Fija tu mirada relajada sin forzar en la totalidad del mandala. Recorre sus áreas en el sentido de las agujas del reloj empezando por el norte. Cuando hayas completado el recorrido concéntrate en el centro geométrico del dibujo y deja que tu mirada se funda en el.
• Es el momento en el que tienes que empezar a visualizar tu deseo en perfecta sintonía con tu mirada fija, cada vez más en el centro hasta llegar al centro exacto del mandala.
• Acompasa tu respiración, no tengas prisa. Respira muy suavemente, aleja tensiones de tu todo tu cuerpo.
• Poco a poco, el mandala pierde su uniformidad a tus ojos y sus colores difusos rodean su centro, el cual sigue siendo  objeto de tu fija mirada.
• Es el instante en que debes visualizar como se abre una puerta a través de la cual puedes acceder a tu propósito.

Existen muchas otras formas pero esta es sencilla de llevar a cabo. Si acompañas la sesión con música al efecto, todo será mucho mejor. Procura que estar solo y con un iluminación tenue que se concentre en el mandala.